La limpieza de la oficina puede mejorar el rendimiento de los empleados
La gente productiva está generalmente feliz en un ambiente aseado, luminoso y cómodo. Y esos espacios se logran si la compañía contrata una empresa de limpieza que mantenga todo en orden y pulcro para que los empleados estén a gusto. Hará falta que la empresa contratada esté especializada en limpieza de oficinas
Y despachos.
El buen ambiente es fundamental para que los trabajadores desarrollen en pleno sus capacidades. Igual que nadie come tranquilo en un restaurante sucio y desordenado, nadie trabaja en medio de polvo, desorden, mobiliario desgastado o roto y sin una temperatura adecuada.
Hay empresas de limpieza que se encargan de todo, sin que ni siquiera los empleados fijos de la empresa se den cuenta. Todo su ánimo estará enfocado en trabajar.
Ya se sabe que el desorden es el enemigo de la productividad en el ambiente laboral, porque el caos y la falta de organización distraen a los empleados o los distrae de realizar sus tareas.
Aunque no es una cifra oficial, una firma encuestadora determinó que un empleado en un ambiente limpio rinde 30Z más en productividad que uno instalado en malas condiciones y suciedad. Ya por ese lado, al empresario le interesará la limpieza de oficinas y despachos de su compañía.
Además, el gerente o ejecutivo no querrá recibir a sus proveedores, colegas o potenciales clientes en unas instalaciones con evidentes faltas de higiene.
Pero sí hay razones para creer que ese 3C) t de mayor productividad es real. La pulcritud que provoca el trabajo de las empresas de limpieza generará buenos indicadores en dos aspectos importantes del absentismo o lentitud laboral.
Lo primero, con la limpieza de oficinas y despachos a tono, es poco probable que haya accidentes laborales, o por lo menos esa cifra será muy baja. Porque los encargados del aseo tendrán todo en orden.
Lo segundo es que se reportarán menos empleados enfermos. Las empresas de limpieza se encargarán de mantener sin residuos conductos de ventilación, techos, suelos y escritorios, que evitarán contagios de gripe u otras infecciones.
De todas maneras, las normas exigen a la empresa preservar la integridad del trabajo de riesgos de salud derivados del cargo que ocupa y del ambiente físico donde trabaja.
Aunque no todo es responsabilidad del jefe. Debe haber una participación activa de los trabajos adores en hábitos higiénicos, incluso puede crearse un programa informativo para tratar esos aspectos de higiene y salud en el entorno laboral. 11c, es dedicar a los empleados a limpiar, sino a mantener la pulcritud y el orden en su lugar de trabajo.
Al haber limpieza en oficinas y despachos, los empleados adquieren un sentido de compromiso con sus labores y la empresa, explica la encuestadora Hay Gropos.
Generalmente, el buen estado de ánimo se contagia, de acuerdo a la medición, mejorando los resultados de cualquier actividad que tengan prevista, por la alta fidelización.
Pero no todo se queda en la limpieza de oficinas y despachos. Los pasillos, salas de reuniones, salas de archivo y, muy importante, los baños, también deben mostrar un aspecto limpio.
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